La llegada al muelle de Portosín de un barco cargado de robalizas provocó ayer por la mañana una inusitada expectación en este pequeño puerto pesquero coruñés, pues nadie recordaba un acontecimiento similar. El cerquero
Ana María había capturado al alba unas 20 toneladas de este preciado pescado en un solo lance.
Numerosos marineros y curiosos se arremolinaron alrededor del buque para comprobar el valioso cargamento y muchos turistas se apresuraron a inmortalizar la escena, pues no es muy frecuente poder ver 20.000 kilos de lubina juntos.
El patrón de la embarcación, Manuel Ventoso, explicó que estaban faenando frente a la costa carnotana, en un lugar conocido como A Corredura, y en un único lance cogieron todo el cargamento.
La gran cantidad de pescado que se izó a bordo obligó al armador a pedir ayuda a otra nave que estaba en las inmediaciones para trasladar las capturas a tierra. El
Pancho cuatro alijó en sus bodegas unas cinco toneladas de esta especie, que después se descargó en Portosín.
Manuel Ventoso estaba pletórico. No podía disimular su entusiasmo ante una marea que nunca había llegado siquiera a imaginar: «O ano pasado chegamos a coller nun día como moito 400 quilos de robaliza, e xa fóra algo inusual».? Según el marinero sonense, ésta es la primera vez que un barco de la zona coge tal cantidad de lubina, de ahí que la llegada del cerquero se convirtiese en toda una atracción. El armador admitió que tuvo mucha suerte al dar con este banco de pescado y reconoció que, sin duda, le resolverá buena parte de la temporada estival, aunque no quiso aventurarse a decir cuánto podría reportarle.
El pescado fue convenientemente preparado para su traslado en camión hasta la lonja de Vigo, donde estaba previsto que a las cuatro de la mañana fuese pesado y quedase listo para ser subastado el lunes. De todos modos, Ventoso apuntó que el kilo de especie puede alcanzar 12 y 18 euros, dependiendo del tamaño. En Vigo, el viernes lo que menos se ofreció por la lubina fueron 14 euros y de máximo 29,80
Para los representantes del cerco de Portosín, la captura de las 20 toneladas de robaliza no es fruto de la casualidad, sino que obedece al trabajo que está llevando a cabo el sector para luchar contra el uso de dinamita. Al reducirse el uso de explosivos en la pesca, «aumentan as especies e tamén as capturas», dijo el portavoz del colectivo, Gonzalo Pérez.
