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El águila, una fragata de 1745 hundida PDF Imprimir E-Mail
Escrito por Administrator   
jueves, 07 de mayo de 2009
Se cree que la embarcación era el buque "El Águila", que llevaba rumbo a Cartagena.

EN el cálido verano de 1980 dos jóvenes deportistas almerienses, David Fernández Torres y Santos Urquiza Cabo aficionados al mundo submarino encontraron por azar frente a las costas de Los Escullos y La Isleta del Moro en el término municipal de Níjar los restos de una embarcación de guerra del siglo XVIII cuando los muchachos buceaban buscando fondos rocosos y posidonias para la práctica de la pesca submarina.
Fragata el águila recreaciónLa noticia del hallazgo en las costas levantinas almerienses de una fragata de la Armada Española del reinado de Felipe V obtuvo de inmediato un amplio eco popular y la noticia fue recogida en los medios de comunicación a nivel nacional. Al principio todo fueron promesas de las autoridad de Cultura a estos jóvenes deportistas para continuar y seguir adelante con la recuperación de estos restos, ya que los jóvenes de inmediato dieron cuenta del hallazgo a las autoridades ante el temor de que fuesen expoliados.

Muchas de las piezas rescatadas fueron depositadas y clasificadas en el museo arqueológico provincial de Almería. Entre ellas se encontraba una piedra circular posiblemente utilizada en un pequeño molino para hacer pan. También se rescataron una pistola de bolsillo y el cañón de un mosquete, diversos fragmentos de vasijas de barro, espadas y cuchillos junto a otros vestigios de armas de fuego.

Los restos, según los investigadores, se suponen que pertenece a la fragata "El Águila" hundida frente al litoral del parque natural de Cabo de Gata Nijar en el año 1745 cuando posiblemente trataba de buscar refugio en la costa ante un fuerte temporal desatado cuando navegaba a escasamente dos millas de tierra empujada por el viento embarrancando y hundirse a unos veintitrés metros de profundidad.

Santos Urquiza y David Fernández Torres descubrieron los restos del pecio una soleada mañana de junio de 1980. Buceando por la zona entre las aguas cristalinas vieron sobre el fondo lo que parecía una serie de columnas alineadas y varias argollas junto a un gran ancla de unos cinco metros de altura y varios miles de kilos de peso.

Las supuestas columnas según las fotografías obtenidas por los jóvenes submarinistas eran en realidad diez o doce cañones de casi tres metros y dos toneladas de peso junto a cantos rodados de piedra utilizados entonces como lastres en las embarcaciones de la época.

Dentro de ese capítulo de hipótesis se especuló que los restos pertenecen a un buque de la Armada Española que cuando naufragó con unos 200 hombres a bordo navegaba rumbo a Cartagena, equipada según entonces con dos chalupas de desembarco, Se estima que como consecuencia del temporal que echó a pique la embarcación, al menos una decena de personas pudieron morir en el naufragio y los restantes salvarse dada la corta distancia con tierra, pero no hay datos precisos ni documentación que permita saber que fue lo que ocurrió exactamente.

En agosto de 1989 volvieron a realizarse nuevas prospecciones en las que intervinieron junto a los descubridores del yacimiento arqueológico, Julián Martínez, Antonio Cazorla, Manuel Urquiza y Manuel Falces entre otros. Doscientos sesenta y cuatro años después del naufragio, ahí sigue encallada en la arena este tesoro histórico.

Se sabe que la fragata fue construida por Cipriano Autrán en los astilleros gaditanos La Carraca y botada en agosto de 1737, siendo gemela de la fragata Aurora. En un principio disponía de sólo 20 cañones de a 12 y 8 libras, pasando después a dispones de 18 cañones de a 12 libras en la cubierta y 6 cañones de a 4 libras en el alcázar.

Al comienzo de la guerra con los ingleses en 1739 se encontraba con base en el departamento de Cartagena. Ese año efectuó varias salidas de patrulla con su fragata gemela Aurora y el navío América. Según los historiadores se fue a pique en 1745 y la causa además del fuerte temporal desencadeno fue que la embarcación no disponía de forro y le entró mucha agua, además de no ser carenada a tiempo.

UN FANTASMA LLAMADO ARNA
Otro pecio en aguas almerienses es "El Vapor" como se le conoce popularmente entre la gente de la mar , es uno de los barcos que se pueden visitar en las rutas submarinas de levante almeriense. Se trata de una embarcación mercante de nacionalidad checa que se hundió en 1928 en la punta Negra, cerca de la Media Luna, al colisionar con un bajo de la zona. Sus bodegas y pasillos ofrecen un espectáculo en los que adentrarse para descubrir un pequeño universo que ha cubierto su casco de color y de vida. El buque, de nombre oficial "Arna" descansa en el fondo del mar a poco más de una milla frente al Cabo de Gata un buque mercante de unas 5.000 toneladas y más de cien metros de eslora que transportaba una carga de mineral y llevaba matricula checoslovaca.

El caso del "Arna" no es sumamente conocido. Algunos arriesgados submarinistas han logrado fotografiar al buque que de alguna manera se ha convertido en un faro submarino frente al paraje natural del Cabo de Gata-Nijar.

Aunque las circunstancias de su hundimiento no se conocen, lo que parece claro es que el "Arna" naufragó al colisionar un lateral del buque con la Laja, una piedra que surge del mar y se alza unos cinco metros sobre la superficie. El impacto originó una fuerte brecha en la línea de flotación del buque inundándose rápidamente la bodega.

El "Arna" se encuentra en la posición 36º 42' 701N y 2º 12' 302W con rumbo 280º frente al faro de Cabo de Gata. La proa está a 41 metros, la popa a 40 metros de profundidad y la parte más alta de la cubierta del buque a tan solo 28 metros.

Si bien se han extraído anclas, cadenotes, galeotes y algún que otro elemento, el buque se encuentra prácticamente entero. Aunque está en posición de navegación, lleva casi ochenta años en reposo.

En las aguas de la provincia existen otros importantes yacimientos arqueológicos como el denominado "Pecio Gandolfo", restos de un barco romano que se encuentra sumergido a unos diez metros de profundidad y muy cubierto por la arena, frente a la playa de San Miguel, al Sur del Faro del Sabinal, a la altura de Punta Entinas.

Está constituido por el maderamen de una embarcación antigua y la casi totalidad de su cargamento, consistente en gran cantidad de ánforas de diversos tipos y tamaños, la mayoría de las cuales se encontraron en excelente estado de conservación Entre los yacimientos documentados junto al pecio Gandolfo, está la Laja de Cabo de Gata, en donde existen restos de un barco medieval. El Almería
 
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