El rodaballo pertenece a la familia de los peces planos (Scophthalmidae), del orden Pleuronectiformes. Estos pescados se caracterizan por tener el cuerpo y la cabeza plana y los ojos muy pequeños y ubicados en el lado izquierdo de su cuerpo.

Tiene un cuerpo de forma circular y muy grueso. Su color es verdoso parduzco y tiene la capacidad camaleónica de adaptar su coloración a la del fondo marino.

Los rodaballos salvajes se pueden pescar en aguas poco profundas (desde 1 a 2 metros hasta los 100 metros) en las costas del Atlántico, en el mar del Norte, en el Ártico, canal de la Mancha y Báltico. También en Marruecos y en el mar Mediterráneo. A estos peces les gusta camuflarse entre los fondos de arena y lodo o en terrenos pedregosos.

Principalmente los Rodaballos se alimentan de peces jóvenes e invertebrados bentónicos. 

El Rodaballo es una pieza muy sencilla de ensartar. Tan solo has de estar muy atento a los fondos para localizarlo, ya que se camufla concienzudamente.

Una vez localizado tan solo has de acercarte y disparar pues permanecerá totalmente inmóvil. A la hora subirlo, hazlo con la pieza pegada al cuerpo pues por su forma realiza una gran resistencia hidrodinámica.

Al dispararles, tendremos que tener en cuenta, que la varilla puede rebotar contra el fondo, impidiendo que quede insertado el Rodaballo.

El Rodaballo es uno de los peces más consumidos y su carne de excelente calidad.

Recetas de Rodaballo

Receta: Rodaballo al cava

Receta: Rodaballo a la sidra

Rodaballo a la montañesa