Jeromo
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Ref:Momentos de apuro - 2007/10/03 12:51
Desde luego, muchas de las situaciones complicadas que se presentan en el mar al pescador submarino son fruto de la inexperiencia.
Pero a veces, también ocurre que no "escuchamos" a nuestro cuerpo. Yo pasé por un buen susto hace ahora unos tres años, justo por eso mismo, por no haber escuchado a mi cuerpo.
Hacía unos quince días que había nacido mi peque y, después de pedir el conveniente permiso conyugal, me fui de pesca con otros tres amigos. El mar y el día estaban en unas condiciones inmejorables, pero yo estaba cansado (ojo, no estaba fatigado). Cansado por la falta de sueño y el cúmulo de sensaciones y preocupaciones de un padre primerizo.
César y yo estábamos pescando a unos 15 o 18 metros y, mientras uno descendía, el otro permanecía arriba. En uno de mis ascensos, miré a Cesar y sin mayor apuro, saqué la cabeza fuera del agua. Tomé una bocanada de aire y miré al horizonte. Comencé a verlo todo de color azul añil y... lo siguiente que recuerdo es a César dándome cachetadas. Me había ido al fondo y, menos mal que él estaba a mi lado.
No había forzado ninguna apnea, pero mi cansancio, stress y falta de sueño provocaron el suceso.
Hoy ya no me voy al mar sin haber dormido bien la noche anterior.
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