La fortuna y la pericia de un neurocirujano han salvado la vida a un joven herido con un arpón de pesca que le había atravesado la cabeza. El jueves 28 de junio, una unidad del Samu trasladó al paciente al Hospital de San Juan, donde al comprobar la gravedad del caso decidieron dormirlo y llevarlo hasta el Hospital General de Alicante.Los facultativos no habían visto nada parecido hasta ese momento y decidieron operarlo el mismo día, como informa el neurocirujano que le asistió, el doctor José Navarro.

Por causas que desde el hospital prefieren no desvelar, el arma le atravesó la mandíbula, la lengua, el paladar, el cerebro y le traspasó el cráneo. Tanto que la punta del arpón sobresalía cinco centímetros por la parte superior de la cabeza. El otro extremo le llegaba a la altura de la cintura, por lo que la primera medida que tomaron los especialistas fue cortar esa parte del palo para poder manejar bien al paciente en el quirófano. El neurocirujano realizó después una craneotomía - un agujero en la parte superior del cráneo - y lograron sacar el arma tirando.

El proceso en el quirófano transcurrió sin complicaciones y duró aproximadamente una hora y media, según relata el doctor Navarro.

Este neurocirujano reconoce que los especialistas que intervinieron al joven no podían esperar que todo saliera tan bien y sin complicaciones. Al respecto, argumenta que el herido «ha tenido mucha suerte, porque si el arpón se hubiese desviado apenas unos milímetros para uno u otro lado, seguramente no hubiese sobrevivido». La trayectoria y el tipo de arma fueron determinantes para salvar la vida, pues el doctor explica que «la velocidad con la que sale disparado un arpón no es la misma con la que puede salir una bala y, por tanto, sólo daña el lugar exacto por el que pasa, no los alrededores». Un cúmulo de circustancias que, unidas a la pericia médica, de este neurocirujano han logrado salvarle la vida.

Fuente: neurocirugia.com