Maldivas se hunde
Escrito por Administrator   
sábado, 21 de marzo de 2009
La mitad de los maldivos deberán ser trasladados. Es sábado por la tarde y jóvenes cubiertas por el hijab se zambullen en el agua protegidas del sol y las miradas indiscretas. Familias y adolescentes tratando de impresionar a posibles pretendientes con sus piruetas completan la escena de un día de playa en Male.

Islas MaldivasSólo desentona el inmenso muro que se erige imponente ante los bañistas y rodea completamente esta isla situada en mitad de la inmensidad del Océano Índico. Sintiéndose amenazados, los habitantes de Maldivas han hecho lo que el hombre a lo largo de la historia: levantar una Gran Muralla.

Si sus previsiones se cumplen, el país quedará sumergido antes de que acabe el siglo

Esta vez no son bárbaros ni guerreros mongoles los que acechan detrás de la línea de protección, sino agua. Mucha agua. Milímetro a milímetro, de forma inexorable, el océano ha ido ganando terreno a esta tierra y una carrera contrarreloj ha comenzado para salvarla del destino que le vaticinaban esta semana los 2.000 científicos reunidos en el Congreso Internacional sobre Cambio Climático. Si sus previsiones se cumplen, el país quedará sumergido como una Atlántida moderna antes de que acabe el siglo. Y Maldivas desaparecerá.

«No, si Dios nos perdona y acude a nuestro rescate», puntualiza el viejo Hasan, aupadom a la Gran Muralla de Male para pescar la cena de esta noche. La barrera, construida con tetrápodos de hormigón que forman una altura de hasta tres metros, aprisiona la ciudad y es un recordatorio constante de que el tiempo apremia. No es posible escapar a su presencia, ni siquiera desde el despacho del nuevo presidente de Maldivas, Mohamed Nasheed.

El hombre que ha terminado con tres décadas de dictadura ocupó las portadas de periódicos de todo el mundo nada más llegar al poder en noviembre. Su primera propuesta: ahorrar dos millones de dólares procedentes del turismo cada año y emplear ese dinero en comprar un nuevo hogar a sus ciudadanos en caso de que tengan que ser evacuados.

Técnicos del Gobierno han empezado a mirar diferentes opciones en Australia, Sri Lanka o la India. «La posibilidad de que mis nietos vean este país sumergido bajo el mar es real», asegura el presidente Nasheed a Crónica. La voz del joven líder, de 41 años, adquiere un tono indignado cuando se le pregunta por los responsables indirectos de la situación de su país.

 Maldivas vive con una mezcla de desesperación e impotencia la contradicción del cambio climático

 

Los países más pequeños y menos contaminantes como éste están pagando las consecuencias de la polución creada por un mundo más desarrollado y rico que no parece dispuesto a acudir al rescate.

 

Los investigadores reunidos estos días en Copenhague en el Congreso sobre Cambio Climático han llegado a la conclusión de que el deshielo de las regiones árticas provocará una subida del nivel del mar de hasta un metro de altura durante este siglo, casi el doble de lo previsto anteriormente por Naciones Unidas. El 80% de Maldivas se encuentra a menos de ese metro de altura, lo que convertirá en inhabitables sus islas hacia 2050, antes de que sean sumergidas del todo a finales de siglo.

 

Ali Rilwan se ha propuesto evitarlo. Mientras la lancha rápida con la que cruzamos el archipiélago rompe la claridad de un mar de imposibles tonos esmeralda, el director de la ONG local Bluepeace va señalando las islas que tienen los días contados. «Aquella; aquella otra; y mire allí, apenas sobresale del mar», repite este veterano activista. « ¿Acaso podemos amurallar las 1.200 islas del país o abandonar nuestra tierra para ser ciudadanos de tercera en otra?», se pregunta Ali mientras trabaja sobre planos e informes de expertos que indican que la salvación está en la construcción de islas artificiales.

La mayoría de las islas en Maldivas tienen menos de 1,5 km. cuadrados de extensión
 
La embarcación atraca poco después en Hulhumalé, una isla artificial ganada al mar a base de hormigón y pensada para convertirse en el gran bote salvavidas del país. El proyecto estrella del anterior líder del país, el derrocado dictador Maumoon Abdul Gayoon, ha sido heredado por el nuevo Gobierno con el objetivo de que hasta 150.000 de los actuales 386.000 habitantes de Maldivas se trasladen a vivir aquí. La idea es simple: crear una isla a prueba de huracanes, subidas del nivel del mar y la endémica falta de espacio del país.
 
La mayoría de las islas de Maldivas tienen menos de 1,5 kilómetros cuadrados de extensión y muchas apenas suman el tamaño de un campo de fútbol, obligando a utilizar las más pequeñas para un único cometido. Hay una isla vertedero, otra que almacena las reservas de petróleo o la mítica Dhoonidhoo, que alberga la prisión en la que el presidente Nasheed fue encarcelado 18 veces por oponerse a la dictadura.
 
La amurallada isla de Male es la capital administrativa, una ciudad- isla en la que más de 100.000 personas viven en un espacio que puede recorrerse de punta a punta en 25 minutos. A pie, esto es. Familias de hasta 10 miembros viven en diminutos apartamentos de 50 metros cuadrados y sin apenas servicios.
 
¿Y Hulhumalé? Grandes avenidas asfaltadas atraviesan la conocida como Nueva Male, la mezquita recién construida adorna el paisaje y niños uniformados caminan por impolutas calles hacia el instituto que inauguró hace dos años, con pompa y banda musical, el dictador Gayoom.
 
Inmigrantes de Bangladesh trabajan de sol a sol en la construcción de nuevas viviendas junto a un paseo marítimo con carteles que recuerdan que está prohibido lucir bikini, en caso de que alguien haya olvidado que ésta sigue siendo una sociedad musulmana conservadora.

http://www.elmundo.es