"Carlos respira, respira", fue lo primero que se escuchó cuando salió del agua Carlos Coste, totalmente desvanecido con la ayuda de los buzos y jueces de Reto en el Abismo ayer, cuando trababa de conseguir su décimo récord mundial. El primer intento de imponer un nuevo registro en la modalidad inmersión libre de la apnea fue fallido y llenó de pánico a quienes observaban la hazaña del "acuamán criollo".

Al momento de sacarlo del agua le dieron respiración boca a boca y luego le colocaron oxígeno. "Como un minuto aproximadamente duraron colocándole oxígeno, lo acostaron en la camilla en la lancha, en el mar no hay tantas comodidades", explicó Peter Hercik, uno de los miembros de la embarcación de seguridad.

Coste tenía como meta romper el récord de 108 metros que está en manos de William Trubridge y estuvo apunto de hacerlo, pues llegó hasta una profundidad de 109 metros pero cuando restaban 22 metros sufrió unblack out.

Los curiosos que navegaban por el Parque Nacional Mochima, específicamente entre las islas Cachicamo y Picúa Chica, sintieron gran temor cuando observaron que Coste era subido a su bote. "Un señor se puso a llorar a gritos, pensaba que estaba muerto", dijo el fotógrafo de Nueva Prensa, Manuel Velásquez, quien estaba a pocos metros de la embarcación donde montaron a Carlos.

El nerviosismo también invadió al velero Da Gomera, donde estaba la mayoría de los periodistas que instantes antes de que Coste se metiera al agua discutían sobre quién era el mejor importado de la Liga Profesional de Baloncesto y el mejor goleador del torneo nacional de fútbol, pero el silencio reinó cuando sacaron a Coste del agua.

"No es la primera vez que le pasa eso, ya le ha ocurrido varias veces, eso pasa subiendo cuando ya no le queda oxígeno", comentó Gilberto Giulano, fotógrafo de Un Nuevo Día.

Agradecido
Después de recibir oxígeno y recuperar el conocimiento, Coste se sentó en un lado de su embarcación y todos los presentes le brindaron un fuerte aplauso.

Como gesto de agradecimiento se acercó al velero de la prensa y dijo: "Gracias por venir, gracias por estar aquí, será en otra oportunidad". Por momentos colocaba en su cara una máscara de oxígeno.

Indicó que el problema estuvo en "el descenso, fue muy lento, pude llegar hasta la distancia indicada (109), hasta agarré la chapa y todo pero no me dio la energía para llegar bien".

La irritación en su oído izquierdo "no me molestó para nada". Estuvo sumergido más de cuatro minutos en las cristalinas aguas de Mochima.

Otro intento
Gabriela Contreras, mánager del "acuamán criollo" informó que su equipo de trabajo se reunirá para determinar cuándo será el segundo intento. "A lo mejor es el sábado o el domingo, hay que esperar que se recuperen bien sus pulmones".

Pánico
"El black out es un desmayo dentro del agua, el cuerpo se apaga como medida de seguridad", informó Gabriela Contreras, presidenta de Asociación Apena Venezuela, organizadora del evento y mánager de Coste.