Pese a la existencia de algas y a la suciedad del agua, la undécima edición del concurso de pesca submarina se llevó adelante con participación exclusivamente de socios de Unisub, el Club de Pesca Submarina de Puçol, aunque había otros colectivos invitados que, finalmente, no se pudieron acercar.

Pese a ello, todos los participantes lograron capturar piezas, algo que no sucede todos los años, y el más despejado de todos fue precisamente el hijo del presidente, Luis Esteve Molés, que logró presentar en el control de pesaje un total de once piezas, que sumaban algo más de ocho kilos. Fue el ganador absoluto de la prueba.

También tuvo su premio Luis Ortuño, que logró un sargo de 1.040 gramos que le convirtió en el ganador del trofeo a la pieza más grande. El resto de capturas se distribuyeron entre corbinas, corbas y tordos.

 

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